
Las que te hacen sonreír,
las que llenan el alma.
Sentir los cachetes acalambrados, tener ganas de seguir riendo, y querer volver a reír cuando dejas de hacerlo.
Disfrutar de la presencia de quien te hizo reír, porque cambio tu día por unos pocos minutos.
Sentir el placer de contagiar a alguien, y la satisfacción de regalarle lo que el te regalo.
Reconocer miles de risas y sonrisas, y ver en ellas culpa, miedo, angustia, felicidad, vergüenza, timidez, alegrías, satisfacciones, logros, y tantas cosas mas.
Esas risas, las que se contagian como un bostezo.
Las que hacen llorar de alegría.
Las que se disfrutan de una forma única.
esas... las que hacen que te duela la panza!
Que alguien pueda hacerte sonreír cambia todo, que te dibujen una sonrisa después de un mal día hace que ese día ya no sea tan malo. Aveces, en esos días, necesitamos, quizás, solo un chiste un poco tonto para destapar esa carcajada que deseamos durante tooda la jornada, y después, descubrimos que no fue solo ese chiste tonto el que nos hizo reír, sino que alguien se haya preocupado en cambiar nuestra expresión, nuestro humor, y hasta nuestro ritmo cardiaco!....
Una simple risa cambia muchas cosas, con ella vemos que hay alguien que se preocupa por regalarnos un instante de felicidad, vemos que reír un minuto, o dos, o 30 segundos, desplaza toda una tarde o todo un día o toda una hora llena de tempestades. Vemos que el vaso esta medio lleno, y ya no esta medio vació. Vemos reír a alguien mas, simplemente por sentir la felicidad de hacernos felices un instante, y, si esa persona hubiese tenido un mal día, valoramos que intento hacernos reír sin importarle su propio estado de ánimo.
Asi de simple.....
Una sonrisa es un regalo que cambia un dia en menos de un minuto.