jueves, 2 de junio de 2011

¿Cuándo serán tangibles las palabras?


-¡Siempre te hablo! pareciera que no me escucharas! ¡¿Ni siquiera ves cuando se mueven mis labios?!

...(Mi amor, siempre el mismo reproche,
quisiera que entiendas...
Cuando escucho tu voz enloquezco,
veo tus labios moverse y muero por besarlos,
escucho cada una de tus palabras y encuentro en ellas todo lo que me hace feliz,

no es que quiera permanecer callado,
es que me pierdo en tus ojos,
descanso en tus labios,
me adueño de lo que dices
y me descubro queriendo escucharlo siempre.
pero no puedo, y no puedo explicarlo.
Si no tengo respuesta es porque la tienes tú,
¿Cómo lograrías entender que quiero acariciar cada cosa que dices?
Quiero abrazar tu voz como lo hago contigo,
acariciar cada palabra que dices,
incluso cuando te enojas.
Quiero la energía con la que hablas para poder besarte,
quiero el valor con el que dices las cosas mas fuertes para confesarme contigo,
quiero tomarte de la mano por siempre
y que puedas tú, como lo hago yo,
tocar cada una de mis palabras.)...

-Siempre te escucho, amiga mía... ¿por qué piensas que no es así?

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